CITAS, FRAGMENTOS... #2.

Hola a todos:

Mientras preparo las reseñas pendientes y las entradas con los retos a los que quiero apuntarme de cara al próximo año, he pensado actualizar esta sección de fragmentos con un pasaje de la que ha sido una de mis mejores lecturas de este 2012 que ya está a punto de finalizar: "La ciudad de los ojos grises", de Félix G. Modroño. Vamos ya con él.

Capítulo 7.

Una desagradable brisa del Norte se colaba entre la solapa levantada del abrigo y el sombrero, ateriéndole las orejas. Alfredo Gastiasoro llevaba varios minutos sentado en un banco, casi en la misma posición que la estatua del escritor que había dado su nombre a la antigua Campa de Albia. La escultura de Antonio Trueba presidía aquel lugar rodeado de hayas desde hacía tres décadas en las que, con la salvedad de su fugaz visita a la Exposición Universal de París en 1900, no faltaba su cita diaria con los pájaros, con los niños y con los que nunca dejaron de serlo. Al menos, ese reducto parecía haber escapado de las taladradoras y, en contra de lo proyectado inicialmente, constituía un verdadero pulmón de vegetación dentro de la nueva ciudad, en el que se exhalaban sinfonías de silencios y trinos.

Sin duda, haberse criado en Abando determinó la vocación de Alfredo. Su niñez estuvo marcada por el inexorable devenir de su patria chica. Aquellas plácidas vegas ocupadas por huertos, riachuelos, enormes arboledas, granjas y caseríos aislados se transformaron ante los ojos del pequeño Alfredo en enormes avenidas cada vez más repletas de edificios, muchas de las cuales llevaban el nombre de Alamedas en recuerdo de lo que habían sido hasta hacía poco... pero allí apenas quedaban árboles. La nueva Bilbao, diseñada por los ingenieros Alzola y Hofffmeyer y por el arquitecto Achúcaro en 1876 se estaba convirtiendo en realidad.

Fragmento extraído de las páginas 49 y 50 de la novela.

Comentario personal.

En este fragmento aparece la tercera gran protagonista de la novela, junto a Alfredo e Izarbe, que no es otra que la propia ciudad de Bilbao, una ciudad que sufrió una gran transformación en el transcurso de pocos años, y que había seguido transformándose a pesar de la ausencia de Alfredo.

Creo que este fragmento es suficiente para darse cuenta del estilo de Félix, que nos relata con maestría las situaciones a las que se van enfrentando unos personajes redondos a los que, en la mayoría de los casos, no podremos sino amar. 

Poco más me queda ya que contaros, tan sólo quiero recomendaros la lectura de esta bellísima novela si es que no lo habéis hecho ya. Aprovecho también para recordaros que sigue activa la encuesta para elegir la mejor novela española publicada en 2012. No olvidéis votar a vuestra favorita :)

P. D. La editorial Algaida, consciente del éxito que está teniendo esta novela y de lo mucho que nos está gustando a todos ha organizado en su facebook un sorteo de 20 tiras de postales de Bilbao con los escenarios de "La ciudad de los ojos grises". Más información aquí.