Seguidores

martes, 26 de marzo de 2013

SEMANA DE PASIÓN # 2.

Hola a todos:

Vuelvo a la carga con esta segunda entrega de la Semana de Pasión en Shaka lectora. Esta vez me gustaría hablaros de una imagen de Cristo Crucificado que tiene su hogar en la Iglesia de los Capuchinos de la capital del Tormes, perteneciente al estilo barroco y que, en mi opinión, no está recibiendo la difusión que merece su calidad artística, pero aquí estoy yo para intentar paliarlo, al menos en parte. Este Cristo no desfila, desde hace ya muchos años, por las calles de la ciudad debido a su pésimo estado de conservación. Hoy quiero hablaros del Santísimo Cristo de la Agonía, atribuido al escultor y cantero salmantino Bernardo Pérez de Robles, datada aproximadamente en 1671.

Datos técnicos.

- Nombre: Santísimo Cristo de la Agonía.
- Autor: Bernardo Pérez de Robles (atribuido).
- Ubicación actual:  Iglesia de San Francisco, Salamanca.
- Estilo artístico: Barroco.
*- Marcha procesional: Jueves Santo a las 19:45 horas.



Santísimo Cristo de la Agonía.

Creo que es de sobras conocido, aunque nunca esté de más recordarlo, que el arte habla. Sí, le habla a aquel que sea capaz de tomarse el tiempo necesario para escucharlo. Nos habla de los sentimientos de su autor al empuñar la gubia o el buril, de sentimientos porque el ARTE así con mayúsculas es eso, puro sentimiento. Veamos qué tiene que decirnos de sí misma esta bellísima imagen que hoy os traigo (haced clic en ella para agrandarla).




En un primer golpe de vista, nos percatamos de que nos encontramos ante un Cristo Crucificado, de estilo barroco, con una clara inspiración andaluza y realizado, como siempre en estos casos, en madera. Esa misma mirada descuidada delata un pecho limpio de sangre, sin lanzada alguna y unos ojos abiertos que nos dicen que este Cristo aún está vivo.


Una mirada más en profundidad a su rostro nos muestra esa corona de espinas externa, una barba partida tan del gusto del arte barroco y una mirada muy expresiva, vuelta hacia el cielo como pidiendo ayuda a ese Padre al que poco antes reprochaba su abandono pero... ¿soy yo la única que en esa mirada también ve un rayo de esperanza? Yo también noto en ese rostro la consciencia de que, como cantaron anoche mismo en la Plaza Mayor de Zamora la muerte no es el final.



Mención aparte merece el paño de pureza o paño de gloria de esta imagen, uno de los más claros indicadores de su barroquismo. A medida que fueron transcurriendo los siglos y, por ende, los estilos artísticos este indispensable complemento fue disminuyendo su tamaño, quedando reducido en este estilo a casi su mínima expresión ya que, como podemos comprobar en la imagen, deja al descubierto parte de la cadera del Cristo, algo impensable en los estilos anteriores, estando el ropaje en sí cubierto de los angulosos pliegues típicos del arte de aquella época y sujeto a la cadera con una simple cuerda, detalles estos que comparte con el Cristo del Perdón, del mismo autor y  que podéis ver aquí.

A vosotros, ¿os gusta pararos un momento a escuchar lo que vuestra obra de arte favorita tiene que contaros? Probadlo, merece mucho la pena.

Desfile procesional.

Durante muchos años, este Cristo fue la imagen titular de la cofradía que lleva su nombre pero, como os conté más arriba, su pésimo estado de conservación obligó a dejarlo enclaustrado en la iglesia de San Francisco de la ciudad, siendo sustituido por una talla homónima que Damián Villar realizó en 1959 una buena talla, que yo diría inspirada en la anterior, pero de una calidad artística indudablemente menor.



Como os dije arriba, el desfile procesional se realiza en la tarde del Jueves Santo y recorre gran parte del casco histórico de nuestra ciudad, paseando por enclaves estratégicos como la plaza de Anaya o la Plaza Mayor.

Junto a esta imagen desfila también por las calles charras una virgen dolorosa del mismo autor que suplió, a su vez, a la virgen dolorosa de Luis Salvador Carmona.


Nota final: Quizás recordéis que, en mi entrada anterior, denominé a este Cristo como el mejor platero de Salamanca. Esto es debido a que fue precisamente en esta imagen en la que Félix G. Modroño se inspiró para crear el crucificado que apareció en su novela "La sangre de los Crucificados" y cuya lectura os recomiendo.

Próxima entrega: Impacto gótico.


10 comentarios:

  1. Es muy bonito Shaka.. Tiene un rostro muy sereno y la verdad es que me ha gustado muchísimo. Es interesante conocer lo que tenéis por allí. Besitos.

    ResponderEliminar
  2. "Nos habla de los sentimientos de su autor al empuñar la gubia o el buril" y es que el arte habla a quien esté dispuesto. Bien dicho. Me ha gustado especialmente porque mi padre hizo un Cristo para una iglesia y estoy segura de que le encantará leerlo, le enseñaré tu entrada.
    Y a mi me ha gustado mucho, no solo por lo informativo sino también por el entusiasmo en tus palabras. Una pena que esté en mal estado ese Cristo de la Agonía.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Hola! La verdad es que es un cristo precioso. Y creo que tienes razón, es un rostro sereno que no ha perdido la esperanza. Es una pena que no salga ya en procesión, pero supongo que exponerlo a la lluvia, al viento en un riesgo por el que no tenemos derecho a hacer pasar esta talla. Preciosa entrada.

    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Qué bonita entrada! Como se nota que disfrutas, que vives esta Semana! Y una talla preciosa. Un rostro que transmite tanto sentimiento... Como bien dices, el arte habla. Sólo hay que detenerse para escucharlo.
    Besotes!!!

    ResponderEliminar
  5. Me encantó la entrada, además confieso que he pasado por el otro blog para leer un poco más aún.
    Qué preciosidad, y que envidia.. aquí apenas hay tradición.
    Besos

    ResponderEliminar
  6. Una lástima el estado de conservación porque es una talla estupenda y que transmite mucho.
    Besos

    ResponderEliminar
  7. Jo qué bonita me ha resultado la entrada, se nota que lo vives ^^
    Donde yo vivo apenas hay tradición...
    UN beso!

    ResponderEliminar
  8. Preciosa entrada, Shaka. Felicidades. Una explicación magnífica sobre las figuras que nos muestras. Este Cristo demuestra un claro realismo y el paño es una verdadera obra de arte. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Increíble, comparto la opinión de la mayoría de mis compis

    ResponderEliminar